No me gusta dar explicaciones a nadie. Por qué preferí hacer esto, por qué preferí hacer lo otro, así como por qué preferí quedar con el otro en vez de contigo, o por qué no me apetece verte hoy. Me gusta hacer lo que quiero (sin hacer daño a nadie, lógicamente) y no rendir cuentas. Esas situaciones se deberían extralimitar a Física o Química, no al mundo real.
Finalizando con este insulso ámbito -termino el texto hablando de amor ya que se ve que es lo que mueve el mundo, aunque no el mío propio- , no soporto la perorata “Hoy te quiero, mañana no, pasado mañana no te sé”. Es algo imprescindible tener las cosas claras, y yo las tengo hasta el último momento y con todas las consecuencias.
La sociedad de hoy en día adolece de una falta de propios principios alarmante, hoy admiran/aman a X , mañana a Y. Polonio en Shakespeare sentenciaba que “ Debes ser fiel a tu propio ser”, y ese es mi padre nuestro. Amén
Feliz años nuevo.
mucho love.
Cady*
Me gusta la reflexión y sobre todo el segundo párrafo :)
ResponderEliminar